Las máquinas tragaperras han sido uno de los grandes iconos del juego y de los casinos desde siempre. Estas brillantes y ruidosas máquinas siempre han estado entre nosotros y nos han servido para atraernos a los casinos con la intención de acercarnos a los enormes premios jackpot que ofrecen. ¿Pero cómo aparecieron? ¿Dónde? ¿Cómo se juegan? ¿Cuáles son las diferencias entre las máquinas tragaperras reales y las online?
La primera máquina tragaperras que se conoce fue la Liberty Bell, que desarrolló en 1895 en San Francisco, Charles Fey, un mecánico de coches. Esta máquina tenía tres cilindros, con cuatro símbolos cada uno: diamantes, picas, corazones y una campana de la libertad. Esta máquina fue la precursora de todas las máquinas de hoy en día y todavía se encuentra en el Salón y Restaurante Liberty Belle en Reno, Nevada.
Jugar es fácil. Tira de la palanca o pulsa el botón y los cilindros girarán. ¿Pero cómo funcionan realmente? La respuesta es que se trata de una máquina muy compleja con diferentes piezas y sistemas móviles que funcionan al mismo tiempo.
Las máquinas tragaperras reales se activan al tirar de la palanca. Este movimiento invierte presión en un muelle metálico que salta para girar los cilindros. El muelle también proporciona tensión en cada rail para darle un tiempo aleatorio de parada. Las pequeñas ranuras de cada rail permiten a la máquina saber en qué símbolo se ha detenido, lo que hace que la máquina pueda saber cuánto pagar.
En las máquinas online, los sistemas son algo diferentes, pero funcionan de forma muy similar. Cuando pulsas el botón "Spin", el ordenador saca un número completamente aleatorio que determina cuándo se detendrá cada cilindro. Por supuesto, es mucho más fácil programar la máquina online para que sepa qué símbolos han salido en cada cilindro. Del mismo modo se puede dar a los jugadores múltiples líneas de pago, juegos extra paralelos y mucho más. Esta es la razón por la que las tragaperras online son tan populares.